Puntos a tener en cuenta en un divorcio con hijos
Cuando en una pareja con hijos se produce un divorcio o una separación es fundamental tener varios aspectos en cuenta, con el fin de que la decisión que se ha tomado no afecte negativamente a los menores. Y, al contrario de lo que se piensa y escucha habitualmente un divorcio no ha de causar ningún tipo de trauma en los hijos. De hecho, lo más perjudicial para cualquier menor es crecer en un hogar en el que hay conflictos de manera habitual, faltas de respeto y/o ausencia de amor en sus progenitores. Ahora bien, no son pocas las parejas que cuando inician el proceso de ruptura, inician una guerra, como si una cosa debiera ir unida a la otra. Y es aquí donde radica el mayor de los problemas y dificultades a las que se enfrentan los hijos de padres que se divorcian. Puesto que ellos no están al margen de esta guerra en ningún caso, de hecho, de una manera u otra, siempre les afecta de forma directa. Ya sea porque se habla mal de su padre o madre, ya sea porque ven conductas inapropiadas en alguno de los dos o en los dos, o quizá se deba a que se les utiliza como mensajeros que, aunque quizá te pueda parecer descabellado, es más habitual de lo que parece. Cada familia es un mundo, pero en las guerras, sin duda, todos perdemos. Y como adulto ya cada uno elige en que guerras se embarca o mantiene, pero los menores no tienen este poder de elección aún. Algunos de los síntomas de los niños en un divorcio con hijos. (Por supuesto, cabe señalar que lo que a continuación se indica corresponde a divorcios mal gestionados o traumáticos). Por todo lo anterior, resulta fundamental que el conflicto de los adultos no afecte a los menores en ningún caso. Para ello, resulta imprescindible tener en cuenta los siguientes puntos para tener un divorcio sano que no dañe a los menores: 1. Adquirir un compromiso entre los padres para evitar exponer a los menores a situaciones de tensión. Como adultos ya somos conscientes de las situaciones que nos pueden generar cierta tensión y una vez identificadas las situaciones llegaremos al acuerdo de, si hubiera que compartir espacio con tu ex mantener una cordialidad para evitar el malestar natural en los niños al ver que sus padres no se comunican o lo hacen de una forma inapropiada. Así mismo, no se expondrá a los menores a conversaciones en las que escuchen hablar negativamente de la otra figura, dándoles la opción a que sea ellos quienes decidan que opinión les merecen sus padres según vayan creciendo, así como la libertad para querer a ambos sin sentir malestar por ello. 2. Resulta fundamental llegar a acuerdos con respecto a la educación y ser ambos coherentes con dichos acuerdos. De manera que esto posibilite un contexto adecuado para la evolución del menor, puesto que tener unos límites con uno y con el otro no complica la evolución de los niños. 3. Jamás se utilizará a los niños como mensajeros. De tener que comunicarse algo el uno al otro, lo haréis por la vía que os resulte más cómoda y genere menos malestar. El email es una buena opción cuando el teléfono o mensajería no resulta efectivo. 4. Tampoco se les utilizará como espías. Algo que les duele mucho y ante lo que no saben cómo responder es cuando se les interroga sobre lo que hace su padre o su madre. En consulta he llegado a escuchar como se les llega a chantajear con este tema. 5. Resulta fundamental ser conscientes de que el tiempo que estén con nosotros es el tiempo en el que podemos tener cierto control sobre lo que hacen y confiar en que el otro progenitor lo hará bien también. Sea como sea, en ese otro espacio no se tiene influencia y es más apropiado disfrutar del tiempo que se pase con ellos y aprovecharlo para la importante función educativa que corresponde, la cual dificilmente se va a llevar a cabo de una manera saludable si se realiza alguna de las acciones de las que hemos hablado anteriormente. Enfrentar un divorcio con hijos requiere de una atención cuidadosa a todo lo que implica el bienestar de los niños. Priorizarles es clave para ganar consciencia de que mantenerles en medio de una guerra durante su evolución no debería ser una opción nunca. Si resulta muy complicado este aspecto, buscar apoyo profesional puede ser clave para manejar este proceso con acierto. Aunque puede resultar difícil, es posible transitarlo con respeto y cuidado, creando un entorno seguro para un futuro más estable y armonioso.